viernes, 6 de noviembre de 2015

Los reinos peninsulares en los siglos XVI y XV.




1.- Generalidades
2.- Demografía
   2.1.- Castilla
   2.2.- Aragón
   2.3.- Navarra
3.- Política e instituciones de gobierno
   3.1.- La corona de Castilla
   3.2.- La corona de Aragón
   3.3.- Navarra
4.- Economía y sociedad
   4.1.- Corona de Castilla
   4.2.- Corona de Aragón
   4.3.- Corona de Navarra
5.- El reino Nazarita de Granada
6.- Resumen







1.- Generalidades
Los nucleos cristianos de la península ibérica sufren importantes transformaciones en los siglos XIV y XV. Una etapa general de crisis frenó la expansión demográfica, militar y económica así como la pervivencia del reino nazarita de Granada. Las luchas sociales y los conflictos bélicos entre los distintos reinos cristianos fueron muy frecuentes. 
Hay una incapacidad del sistema señorial para mantener el alto grado de eficacia social, unido a la debilidad de las diferentes comunidades peninsulares, nuevas dificultades como: epidemias, impuestos excesivos, guerras continuas, bandolerismo, etc.
Hay un freno en el proceso reconquistador. Comienza un interés cada vez mayor por la ganancia mercantil, tuvo como consecuencia la paulatina ordenación económica de la península.
A finales del XV, un fortalecimiento de las fuerzas aragonesas y un afímero esplendor valenciano, no pudieron contrarrestar en el conjunto de la corona de Aragón, la grave y profunda crisis catalana. La nueva entidad política surgió de la mano de los Reyes Católicos.

2.- Demografía
Hay un marcado contraste con las centurias anteriores. El crecimiento de la población, contínuo hasta el XIII, paró dando paso en el siglo siguiente, a una regresión demográfica. Las letales epidemias, sobre todo la Peste Negra, ocasionó que innumerables lugares fueran abandonados. No se admite que la regresión demográfica del XIV fuera consecuencia directa de las epidemias. Las pestes sólo mermaron a una población ya debilitada por el hambre. La población total se mantuvo prácticamente estacionaria, a través de una brusca caída primero y un avance sostenido después.
La aparición de grandes despoblados, supuso la concentración del total de los habitantes en un menor número de sitios. Así, en el XV, los núcleos urbanos se vieron incrementados por numerosa población.

   2.1.- Castilla
Es dificil saber la distribución de la población en todo el reino, las tierras de la meseta tenían una població importante. Lugares como Villalón o Mayorga en tierra de Campos. A partir del XIV comienza una progresiva disminución demográfica en las tierras centrales, región cantábrica y Andalucía Bética. En tierras de Andalucía el proceso de repoblación se intensificó entre el XIV y XV.
Se tienen datos sobre la gran mortandad que azotó el reino de Castilla a principios del XIV. El revés más fuerte fué la peste negra, entre 1349 y 1350, se extendió por tierras Castellano-Leonesas, datos de Galicia, Burgos, Toledo o Gibraltar, incluso el rey Alfonso XI murió víctima de la epidemia. En lugares como Palencia, por encima del 20% de los lugares habitados quedaron despoblados a causa de la gran peste negra.
 


La aldea de Albacete se convirtió en Villa en 1375 y en los últimos años de siglo se desarrolló una importante repoblación en Extremadura. Bilbao en 1300.
En tierras de la corona de Castilla hubo una recuperación demográfica a lo largo del XV. Hubo importantes roturaciones en Salamanca, Burgos, Galicia o el valle del tajo, Murcia y Andalucía. Hubo un crecimiento en Jeréz de la frontera. Sevilla pasó de unos 3000 vecinos en 1348 a 7000 en 1485.

   2.2.- Aragón
En Aragón, Valencia y Mallorca el número de habitantes descendió en el XIV. En Cataluña, la regresión demográfica se acentuó. La peste negra afectó a Mallorca en 1348 pasando luego a Barcelona y Valencia.
En Barcelona murieron la mayor parte de los miembros del consejo de Ciento, en Zaragoza trescientas personas diarias. En Mallorca las pérdidas fueron del 15% de la población.
Hubieron asaltos contra los calls judíos y gran mortandad entre esta población.
Pedro IV ordenó la elaboración de los fogatges para conocer el número de contrubuyentes. En las otras regiones de la corona de Aragón, como Aragón, Valencia y Mallorca, la recuperación demográfica se dejó sentir en el XV.

   2.3.- Navarra
Las guerras, el hambre y las epidemias, la peste negra hizo estragos. En el XIV hacia 1480 hubo una recuperación, pero la población rondaría los 100.000 habitantes. La población se recuperó lentamente.

3.- Política e instituciones de gobierno
La historia política en la Península Ibérica de la baja edad media se complicó con las guerras civiles y las crisis dinásticas. En Castilla, ninguno de los 9 reinos desde 1296 hasta 1504 estuvo libre de problemas. No todos los reinos siguieron el mismo camino. En Castilla ganó terreno la doctrina que otorgaba plenos poderes al príncipe, llegando a desembocar en el XV en un "absolutismo real". La economía estuvo basada en la ganadría lanar.
La estructura económica del reino Castellano-Leonés del XV, gracias a las mercedes de los Trastámara y al triunfo del mayorazgo, logró construír ricos estados señoriales.
En la corona de Aragón, el comercio catalán en el Mediterráneo tuvo gran pujanza en la primera mitad del XV, luego entra en declive por los problemas financieros y la revuelta de los payeses de remensa. Valencia tuvo gran prosperidad. El reino de Aragón presentó rasgos más parecidos a la corona de Castilla, donde el peso del mundo rural era aplastante y el predominio de la nobleza indiscutible.

   3.1.- La corona de Castilla
El rey como vicario de Dios tenía en su reina, la facultad legislativa en exclusividad y nadie podía sustraerse a su mandato. Con el establecimiento de la dinastía de los Trastámara, la monarquía Castellano-Leonesa tuvo grandes transformaciones, con el nacimiento del consejo real y de la Audiencia, el enorme desarrollo de la Hacienda Real, así como grandes novedades en el campo militar. En 1385, fué instituído el Consejo Real en las Cortes de Valladolid por Juan I. En los tiempos de Enrique IV, los letrados se convirtieron en la clave de la institución. Alfonso X había creado en 1274 un Tribunal de la Corte, encargado de juzgar los casos graves.
Otro paso decisivo fué la creación de la audiencia en las cortes de Toro en 1371 por Erique II. En 1442 la Aundiencia, conocida después como Chancillería, fijó su sede en Valladolid.
Las innovaciones de caracter militar también fueron importntes. Juan I proyectó tener una fuerza permanente de unas 4500 lanzas y 1500 jinetes. Enrique III instituyó que todas las ciudades del reino debían armar un número fijo de lanceros y ballestteros.
La hacienda tuvo un notable desarrollo entre los siglos XIV y XV. Surgió una contaduría Mayor de Hacienda  y yna COntaduría Mayor de Cuentas. Los tesoreros eran los encargados de la recepción central de las cuentas reales. Toda la hacienda estaba dirigida por el Mayordomo Mayor.
En los siglos XIV y XV se incrementaron tanto los ingresos como los gastos. En los gastos destacan el salvado y situado, mercedes a la nobleza, el pago de funcionarios de la administración, sueldos a la gente de armas, costo de las guerras. En lo referente a los imgresos, las alcabalas, tributo sobre el comercio desde la época de Alfonso XI fue fijo. Le seguían en importancia los derechos de salinas y aduanas.
El reino Castellano-Leonés se dividía en 5 grandes circunscripciones: Castilla, León, Galicia, Andalucía, Murcia. Los cargos de Merinos mayores y de adelantados, solían recaer en personas de la alta nobleza.
Una institución que tuvo un peso decisivo en los siglos XIV y XV, fueron las Cortes, tanto por las decisiones que en ellas se tomaron como por su presencia en las grandes crisis políticas y sociales de la época.
Las cortes sirvieron como plataforma a la hermandad General que se cosntituyó durante la minoría de Alfonso XI y, tuvieron representatividad en los reinados posteriores. La centralización del poder, también se llevó a cabo a través de la intervención en los siglos XIV y XV, de los municipios.
En el ámbito político al iniciarse en el XIV Fernando IV (1295-1312) era el rey de Castilla y León, pero como era menor de edad, se encargó de la regencia su madre María de Molina. La temprana muerte de Fernando IV dejó como heredero de nuevo a un menor de edad, y otro periodo de disputas. Debido a esto las ciudades y villas del reino, en 1315 organizaron una hermandad general.
El primer cuarto del XIV hubo un icremento de la conflictividad. Los campesinos fueron las principales víctimas de las continuas guerras que asolaron el reino de Castilla.
Alfonso XI promulgó en 1348 el Ordenamiento de Alcalá. Esto dió un impulso a la ofensiva contra el Islám, liquidando el dominio musulmán del estrecho de Gibraltar, en la batalla del rio Salado. En 1344 Algeciras fué tomada por los Cristianos.

En política exterior, hubo un acercamiento con los ingleses, para asegurar la ruta del atlántico por la cual, los transportistas castellanos enviaban lana a Flandes.
A Alfonso XI le sucede su hijo, Pedro I (1350-1369), el cruel. Fortaleció la autoridad monárquica con escasas convocatorias de Cortes y la confección del becerro de las Behetrias, como muestra la necesidad de conocer la situación fiscal del reino. En 1366, el bastardo Enrique de Trastámara, ayudado por soldados mercenarios franceses, invadión Castilla obligando a huir a Pedro I quien buscó ayuda inglesa. En 1369 fué asesinado Pedro I en Montiel. La dinastía de los Trastámara accedió al trono castellano-Leonés con Enrique II (1369-1379). Enrique II tivo que devolver los favores a los que le apoyaron en la guerra. El fortalecimiento de la nobleza no fué incompatible con el robustecimiento del aparato del estado.
El primer trastámara continuó la política centralizadora. La principal medida fué la creación de la Audiencia. Al reiniciarse la guerra de los 100 años, plasmada en la victoria naval de la Rochela en 1372. Los ingleses por su parte, apoyaron las aspiraciones al trono castellano del duque de Lancaster, casado con la hija de PedroI.

Juan I (1379-1390) continuó la centralización política y emprendió importantes reformas, como la creación del consejo real. Otro problema importante fué el portugués. Viudo de Leonor de Aragón, se casó con la infanta portuguesa Beatriz. Al morir en 1383 el rey portugués, la heredera al trono era Beatriz y Juan I decidió tomar la corona portuguesa en nombre de su esposa. Este hecho provocó una gran división en Portugal, resuelto en la batalla de Albujarrota en 1385 con la derrota de Juan I. El duque de Lancaster, aspirante al trono castellano desembarcó en Galicia al año siguiente, pero la resisitencia encontrada le obligó a retirarse. Al final se llegó a la paz de Bayona, a través de la cual la hija del duque de Lancaster se casaría con el heredero de Castilla.
Enrique III (1390-1406) sucedió a Juan I siendo un niño, por lo que tuvo que construírse un consejo de regencia. Cuando se declara la mayoría de edad del monarca, tuvo lugar la última pugna entre sectores de alta nobleza y el grupo de parientes del monarca, los epígonos Trastámara. A nivel internacional, lo más destacado es la intervención de Castilla en nuevos ámbitos geográficos. Se proyecta una alianza con los Tártaros de Tamerlán para hacer frente al peligro otomano en el Mediterráneo.
La temprana muerte de Enrique II dejó como sucesor a un menor, Juan II (1406-1454), la regencia fué entre su madre y Fernando, hermano del monarca. Fernando alcanzó un gran prestigio, al impulsar la cruzada contra los musulmanes en Granada. En 1412 en el compromiso de Caspe fué elegido rey de Aragón.
Enrique IV (1454-1474) fué el sucesor de Juan II. Reactivó la lucha contra los musulmanes y apoyó a la industria textil castellana, pero la nobleza no estuvo de su lado, llegando a destruirle y proclamar a Alfonso, su hermano rey de Castilla en la farse de Ávila.
La prematura muerte de Alfonso, en 1468, hizo que la liga nobiliaria cambiara sus planes, que esta vez recurrió a Isabel, hermana del rey de Castilla. En ese año se llegó al pacto de los Toros de Guisando entre Enrique IV e Isabel en el cual, se reconoció a Isabel como la sucesora, dejando sin derechos a la hija del rey Juana, apodada la Beltraneja. Isabel se casó con Fernando heredero de Juan II de Aragón.

   3.2.- La corona de Aragón
Cada nucleo que integraba la corona de Aragón, gozaba de relativa autonomía, con instituciones privativas como las cortes. Las mayores diferencias se daban entre Aragón y Cataluña, mientras que Valencia y Mallorca se limitaron a copiar los modelos.
El rasgo que distinguió la corona de Aragón respecto de la de Castilla es que el poder monárquico tuvo menos sentido autoritario. En 1238 Pedro III declaró que en el futuro, las leyes o constituciones de Cataluña, no se aprovarían sin el consentimiento previo de los prelados, caballeros, ciudadanos y barones.

En la corona de Aragón, ante la imposibilidad de gobernar territorios tan extensos, se hizo necesaria la existencia de altos dignatarios con grandes atribuciones. La institución más antigua fué la de procurador general de los reinos. Desde mediados del XIV el término procurador dió paso al de gobernador general.
En líneas generales, las instituciones centrales de gobierno de la Corona de Aragón, tuvieron gran fortalecimiento durante los soglos XIV y XV. La Cancillería alcanzó mayor complejidad contando, a partir del reinado de Jaime II con los cargos de Vicecanciller y notario guardasellos. El consejo real, en tiempos de Pedro el ceremonioso, se convirtió en un cuerpo consultivo de carácter permanente que llevaba varios asuntos. Una institución que tomó gran notoriedad en el reino de Aragón fué el llamado Justicia de Aragón; era un alto magistrado que intervenía en los pleitos entre la nobleza y el Rey.
La hacienda se volvió algo más compleja al crecer notablemente los gastos públicos. Así en Cataluña, Valencia y Mallorca, había un funcionario, el baile general, encargado de la hacienda regia en el territorio respectivo. En cuanto a la administración territorial, fueron grandes las diferencias habidas entre los estados integrantes de la Corona de Aragón. En Aragón también estaban los municipios que funcionaban como núcleos autónomos desde un punto de vista administratívo.
Las cortes de la Corona de Aragón tuvieron una participación mucho más activa que las de castilla. El pacto entre el Rey y la sociedad, se tradujo en una gran actividad legislativa que emanó de las cortes, fueron los denominados Fueros y Actos de Corte. Cabe destacar que en Cataluña, donde desde 1359, las cortes de Cervera se dió un paso decisivo al hacerse permanente la junta de diputados,que recibió el nombre de Diputación General de Cataluña o Generalitat. En el XV se convirtió en el órgano político fundamental del principado.
La representación permanente del conjunto de Cataluña, fué la Diputación del General o Generalitat con funciones amplísimas: cuidaba del mantenimiento de la paz pública, velaba por el cumplimiento de las leyes, recaudaba tributos y mantenía las huestes, entre otras cosas.
Desde igual forma en Aragón, desde 1412 tuvo carácter permanente convirtiéndose en la Diputación del Reino. En la segunda mitad del XV se sumaron atribuciones políticas. También se creó en Valencia una Diputación del Reino pero, de hecho, nunca recogió las competencias políticas importantes como lo hicieron las de Cataluña y Aragón.
En el terreno político, el reinado de Jaime II (1291-1327) estuvo en primer plano los asuntos del mediterráneo. Por medio del tratado de Anagni en 1295, este rey perdió su trono en Sicilia. La renuncia de esta isla Italiana y Mallorca, a cambio de los derechos de Córcega y Cerdeña, sognificó la espansión catalana-aragonesa por el Mediterráneo occidental. Cerdeña estaba en una posición estratégica y eran importantes los recursos agrícolas, minerales y las salinas de Cagliari.
Jaime II pretendió ocupar el reino de Murcia, aunque no lo consiguió, sí incorporó a sus dominios Alicante y Orihuela.
A Jaime II le sucedió su hijo Alfonso IV (1327-1336). El principal problema de este breve reinado fué la defensa de Cerdeña y los inicios de la guerra con Génova .
El sucesor fué su primogénito Pedro IV (1336-1387), este largo reinado fué de gran importancia para la Corona de Aragón. La expansión por el Mediterráneo de la Corona de Aragón tuvo enormes avances. En política interna, este monarca sostuvo una larga guerra con Castilla (1356-1363) de grandes consecuencias. Frente a los propósitos imperialistas de Pedro I de Castilla, el rey aragonés decidió apoyar a los enemigos del monarca Castellano: el infante Fernando y Enrique de Trastámara.
A Pedro IV le sucedieron dos hijos suyos sucesivamente: Juan I (1387-1396) y Martín I (1396-1410), últimos reyes de la casa de Barcelona. El primero amante de las artes y las letras sufrió apuros financieros y una creciente violencia antisemita. Juan I apoyó al Papa de Avignon, poniéndose al lado de los franceses. En el reinado de su sucesor, Martín el humano, el problema principal fué el cisma religioso. El control de Cerdeña siguió siendo muy debil. Los pageses de remensa influyeron negativamente con revueltas.
A finales del XIV se agudizan los problemas sociales en la Corona de Aragón, siendo un gran problema los pageses de remensa, esto perduró hasta el reinado de Fernando el Católico. Los payeses luchaban por su libertad y por sus explotaciones. El descontento de los remensas llevó a acciones espontáneas colectivas.

En el XV la corona de Aragón estuvo azotada por contínuos y graves enfrentamientos, en Mallorca y en Cataluña. Con la muerte de Martín I 1410, la corona queda sin heredero; en el Compromiso de Caspe se toma una solución. Eligieron al Trastámara Fermanado de Antequera (1412-1416). Este monarca afrontó problemas como: retiró la obediencia al Papa Luna en 1416; trató de pacificar Cerdeña y Sicilia y el problema más grave, El conde de Urgell, su oponente en la candidatura a la Corona de Aragón que logró grandes concesiones para Cataluña.
A Fernando I le sucede su hijo Alfonso V (1416-1458). Este monarca dedicó grandes esfuerzos a la conquista de Nápoles en 1442. Su sucesor fué su hermano Juan II (1458-1479) y durante su reinado, el clima de enfrentamiento político y social en Cataluña desembocó en guerra civil entre los años 1462-1472.
El heredero de Juan II fué Fernando II "EL Católico" en 1479.

   3.3.- Navarra
 Navarra no había participado en la expansión cristiana contra el Islám en la Península. Por su situación siempre estuvo bajo el peso de la política francesa, de hecho, entre 1274-1328 estuvo bajo dominio francés.
El Consejo Real, la Cámara de los Comptos y la Cort o tribunal de Justicia, fueron los órganos claves de la administración. La presencia francesa en los puestos de la administración, retrocedió a partir de 1328, fecha a partir de la cual Navarra se desliga de Francia.
La administración territorial se basaba en las merindades que, al inicio fueron 5 hasta que Carlos III anadió la de Olite, con lo que fueron 6. Al frente de cada una había un merino con atribuciones fiscales y judiciales además de orden público.
Las cortes de Navara, integradas por el alto clero, el estamento nobiliario y los representantes de los pueblos más importantes, fueron muy activas durante toda la Edad Media.
En 1328, al plantearse la sucesión los navarros se libraron del dominio galo y, los sucesivos monarcas navarros (Carlos II 1349-1387 y Carlos III (1387-1425) estuvieron muy cercanos a los reinos peninsulares.
Durante la segunda mitad del XV, el reino de Navarra sufrió una descomposición; además de quedar asolado por una lucha sin cuartel, fue una pieza a merced de Aragón, Castilla y Francia.
Al morir Carlos III le sucedió su hija Blanca; al morir Blanca le sucede en 1441 su hijo Carlos, pero su padre le usurpó el trono, generando un nuevo conflicto. En el bando del padre Juan, los agramonteses con Pierres de Peralta y en el bando de Carlos, heredero logítimo los Beamonteses con Juan de Beaumont a la cabeza. Juan II desheredó a su hijo Carlos en 1455 y proclama heredera a Leonor, casada con el conde Gascón de Foix. Los enfrentamientos siguieron hasta desintegrar paulatinamente el reino de Navarra.


 


4.- Economía y sociedad
 En el XIV y XV existía un tipo de organización político-social propia del feudalismo. Era una sociedad eminentemente agraria en la cual la población activa se dedicaba al cultivo de la tierra. La sociedad integrada por estado, nobleza y clero tenía un estatus propio.
A pesar de estas características generales, compartidas por todos los reinos durante el XIV y el XV, existieron claras diferencias entre unos y otros, mientras que en la corona de Castilla, la ganadería lanar y sus exportaciones a Flandes junto al mayorazgo y mercedes de los Trastámara enriquecían a la corona, en Aragón hubo una situación diferente. En la primera mitad del XIV el comercio Catalán por el Mediterráneo fué pujante pero pronto entró en declive, a esto se le sumó la revuelta de los payeses de remnsa, problemas financieros y la gran crisis social en Barcelona. El reino de Valencia superó sin dificultades la crisis del siglo XIV. El reino de Aragón presentó una situación más cercana al de Castilla, con una actividad rural mayoritaria y una preeminencia de la alta nobleza.

   4.1.- Corona de Castilla
La ganadería, sobre todo la ovina, tuvo un desarrollo excepcional. A los de siglos anteriores: vid y cereales, también se incorporó el cultivo del olivo. De igual forma, se expansionó el cultivo del arroz en tierras murcianas.
El siglo XIV fué de crisis para las tierras castellanas; malas cosechas, peste negra, guerra fratricida entre Pedro I y Enrique de Trastámara. La guerra provocó que numerosos lugares fueran abandonados. El siglo XV fué de recuperación para la corona de Castilla. Aumento demográfico, roturación de uevas tierras, especialización de cultivos, etc.
La lana fué el eje de la economía castellana durante el fin de la Edad Media. El paso decisivo fué la creación en 1273 del Concejo de la Mesta por Alfonso X. La ganadería lanar se vió favorecida al quedar suspendido el abastecimiento de lana inglesa a Flandes, pasando a ser Castilla la primera proveedora de lana para los telares flamencos. Las ovejas aumentaron, pasó de millon y medio aproximadamente en el XIV a cerca de los 5 millones en el XV. Los beneficiarios fueron los altos nobles, quienes controlaban los principales cargos de la mesta, las órdenes militares y los principales monasterios.
Hubo otras actividades aconómicas en Castilla distintas de la agricultura y la ganadería; la pesca en el XIV y el XV tuvo un gran impulso, con la pesca de altura centrada en la ballena, e igualmente la de bajura en Galicia con la sardina, la costa cantábrica con el besugo de laredo y el atún en la costa andaluza.
Las salinas continuaron explotándose. Otra actividad fué la extracción del hierro, cuyos yacimientos estaban en Vizcaya.
En cuanto a las actividades artesanales en la corona de Castilla estaban el trabajo del cuero, la fabricación de jabón, armas y cerámica; también fué importante la industria textil (Segovia, Ávila, Zamora), (Úbeda, Córdoba, Baeza).
El comercio castellano en el XIV y XV tuvo una expansión extraordinaria. Juan II en 1445 que permitió la libre práctica del cambio; se crearon bancos en ciudades como Toledo, Sevilla, Burgos, etc. El desarrollo de las ferias también jugó un papel comercial importante, destacando entre todas las de Medina del campo.
En cuanto al comercio exterior, la exportación de materias primas, sobre todo de lana, por el Atlántico; este se realizó con el sur de Inglaterra, la costa francesa y los hanseáticos, especialmente con Flandes.
Los genoveses exportaron variados productos andaluces como aceite, cera, mercurio, cueros, cochinilla y a cambio importaron paños, especias, papel, etc.

En el aspecto social, el reino de Castilla estaba conformado por dos grandes grupos: los dominantes con la alta nobleza feudal al frente, una pequeña nobleza de caballeros e hidalgos y un grupo de mercaderes-empresarios, la futura burguesía y los dominados, el campesinado y la masa popular urbana.
Enrique II otorgó rentas, villas, tierras y derechos deversos a nobles y sus descendientes. El establecimiento del sistema de mayorazgo, desde finales del XIV, permitió consolidar los dominio y transmitirlos indivisos a los herederos.
Los señores obtenían ingresos de forma diversa, desde el ejercicio de la jurisdicción, monopolios, derechos de transito, alcabalas etc.
Por debajo de esta nobleza feudal, estaban los nobles de rango inferior; a la par se encontraban los nobles de rango inferior, caballeros ciudadanos, equiparados con los hidalgos.
El grupo de los mercaderes-empresarios, germen de la clase burguesa, controlaban la actividad comercial.
En el otro lado estaban los dominados: las clases populares urbanas y rurales. Desde los labriegos acomodados hasta los jornaleros más paupérrimos.
En los nucleos urbanos vivía un grupo diverso de gente dedicada a los diferentes oficios y al comercio de los mismos.
También se encontraban los esclavos: prisioneros de guerra tomados a los musulmanes en Granada, negros de áfrica, etc. Debajo de estos grupos se encontraban los más miserables; con la finalidad de atenderlos y aislarlos lo más posible, se fundaron muchos hospitales y casas de caridad en todos los territorios de la Corona.
En el reino convivían tres comunidades étnico-religiosas: cristianos-musulmanes y judíos. En el XV aumentó la hostilidad de los cristianos frente a las otras comunidades, que se vieron obligadas a llevar distintivos que las identificaran.

   4.2.- Corona de Aragón
Integrada por Cataluña, Aragón y Valencia y desde el XIV Mallorca; todos los territorios mantuvieron su individualidad institucional, así como su propia estructura económica y social.
En Cataluña, a los cultivos de trigo, vid, en el XIV y XV se añadió el lino, cáñamo y sobre todo el azafrán. En Valencia, se llegaban a recoger tres cosechas al año. Se cultivaban arroz, hortalizas, cítricos, frutales, viñas, cereales y plantas industriales.
La Corona de Aragón llevó a cabo una intensa explotación forestal, tanto en los Pirineos como en la Sierra de Albarracín y la costa mediterránea. Hay que mencionar las salinas abundantes en la zona, minas de hierro en la egión del Pirineo, e instrumentos como la Farga Catalana, que permitía obtener 50 kg de hierro por colada. Otras actividades fueron el trabajo de pieles y de textiles en Aragón, el cuero y el vidrio en Mallorca, platería, etc.
La actividad comercial en la Corona de Aragón, estuvo protagonizada casi en exclusiva por Cataluña. Los catalanes contaron con una importante marina, importante industria de creación de navíos e medio y gran calado.
Tres fueron las principales rutas comerciales de Cataluña en la baja Edad Media: Mediterráneo oriental (Bizancio, Egipto, Siria); Mediterráneo occidental (sur de Francia, Sicilia, Cerdeña y Berbería) y el Atlántico, desde Tremecén salía una ruta sahariana para obtener oro, esclavos y marfil.
En cuanto a su estructura social, la corona de Aragón era parecida a la castellana, con un reducído grupo de dominadores y un amplio de dominados. Los barones ocuparon altos cargos en la administración, los caballeros o milites y donceles también gozaban de derechos. De la baja nobleza salían muchos miembros de las Órdenes militares o de la iglesia.
La prosperidad merantil dio lugar al desarrollo de numerosos núcleos urbanos, comenzó a destacar una capa social, el patriciado urbano, formado por personas que, dedicadas en principio a la artesanía o al comercio, legaron a obtener tanta riqueza que adquirieron muchos bienes rústicos, realizaron préstamos a organismos públicos y finalmente llegaron a monopolizar la gestión municipal.
Por debajo se encontraba el grupo de los mercaderes, gente activa, capaces de acumular grandes riquezas pero inestables. Estaban también los profesionales (juristas, notarios, médicos, etc). Por último los menestrales o menudos, que vendían su fuerza de trabajo y se mantenían al margen de la vida política. La situación de los payeses variaba de una región a otra.
Los marginales por situación de hambre, guerra y pestes, debía ser un grupo numeroso.
Convivían gentes de tres religiones: cristianos, musulmanes y judíos. En el XIV se inició una gran violencia antisemita a raiz de la peste Negra que desembocó en la conversión masiva de hebreos al cristianismo arruinando así las juderías en Cataluña.
En el reino de Valencia hubo una alta nobleza feudal, un sector de pequeña nobleza o caballeros, mercaderes, campesinos y menestrales. En Mallorca hubo una dualidad ciudadanos-foraneos se dieron grandes diferencias y constantes enfrentamientos.
En el reino de Aragón, durante el XIV y XV se fortaleció el poder de la alta nobleza; un pequeño patriciado compuesto por comerciantes quienes llegaron a monopolizar las magistraturasmunicipales. También se desarrolló en las ciudades un grupo de pequeños comerciantes  en su mayoría integrados por mudéjares y judíos. Gran parte de los campesinos eran mudéjares.

   4.3.- Corona de Navarra
En el XIV y XV presentó una economía eminentemente rural, deficitaria en alimentos básicos, apenas tuvo desarrollo industrial y un comercio muy reducido. En la zona montañosa predominó la ganadería: ovejas y cerdos.
Aunque Navarra contaba con minas de oro y plata, su explotación fué escasa. El hierro sin embargo sí tuvo mejores resultados. La industria textil no tuvo un desarrollo importante y el comercio fué poco activo.
En el orden social, la nobleza fué el grupo dominante, reducido grupo de linajes que poseían extensos señoríos; a continuación un grupo más amplio de caballeros o baja nobleza; después los hidalgos o infanzones, que fué el grupo que más creció en el XV.
En las ciudades del reino se encontraban los denominados francos, grupo enriquecido a través del comercio o actividades bancarias. El grupo de población más numerosa era el de los villanos, pecheros o labradores. También se encontraban mudéjares o judíos, los primeros dedicados a la artesanía y el trabajo en el campo. Las aljamas judías se dedicaron a actividades diversas. En el XIV fueron perseguidos algunos y otros emigraron. La comunidad judía entró en declive a partir del XV.

5.- El reino Nazarita de Granada
Hasta finales del XV gran parte de Andalucía permaneció bajo el dominio musulmán, el denominado reino Nazarita concapital en Granada, abarcaba todo el territorio Andaluz entre las cordilleras sub-béticas y el Mediterráneo.
El reino Nazarita de Granada tuvo su origen en la descomposición del poder almohade en la Península tras la victoria cristiana de las Navas de Tolosa. Había dos grupos fundamentales: los musulmanes y los tributarios y estos a su vez podían ser cristianos o judíos. La población musulmana era muy compleja, había un grupo dominante de origen bereber, pero también había árabes sirios, muladies, eslavos, etc. La población cristiana estaba compuesta por cautivos de las razzias.
La agricultura era pujante por la climatología y el regadío. cultivaban trigo, cebada y mijo, viña y olivo; diversificación de cultivos. También había trashumancia de ovejas y existía la apicultura. La pesca tuvo gran desarrollo.
Los objetos manufacturados como la carámica vidriada de Málaga igual que objetos de piel y hierro eran de gran importancia.
En el comercio Mediterráneo, el reino de Granada jugó un papel importante. En 1279 los nazaritas dieron importantes ventajas a los genoveses, que quedaron establecidos en varias ciudades, sobre todo en Málaga y Almería.
El estado nazarita estuvo bajo el mando de los soberanos o emires que ejercieron a la vez el cargo de jefes espirituales y temporales. Como jefes espirituales tuvieron obligaciones como presidir la oración, actividades que se mezclaron con las seculares, civiles y militares, dirigieron la política exterior y en última instancia juzgaban.
El cargo político en importancia después de los sultanes fué el de Visir, una especie de ministro del estado. El nombramiento de visir dependía única y exclusivamente de la voluntad del soberano.
El estado Granadino contaba con una administración centralizada, localizada en el recinto de la Alhambra. A la  cabeza del estado Nararita, los soberanos o emires.
Este reino fué convulso por las luchas internas. Desde el XV se sumió en una gran crisis de la que no logró salir. Entre 1417 y 1447 hubo 10 cambios de emirato. En 1492 Los Reyes católicos incorporaron el reino de Granada a sus posesiones.
En lo religioso, los Nazarítas de Granada tuvieron flexibilidad religiosa y hubo gran expansión de tendencias místicas. hubo escuelas elementales en las que se enseñó el Corán. En 1349 por iniciativa de Yusuf I se fundó la madrasa de Granada, escuela de ciencias religiosas a la que acudían estudiosos de varios lugares. La cultura de Andalucía irradió su influencia al Norte de África. Las matemáticas y la astronomía tuvieron gran desarrollo. En la Alhambra, el uso de materiales pobres queda oculto por la gran ornamentación.
 
6.- Resumen
Los nucleos cristianos de la Península Ibérica sufrieron importantes transformaciones; una etapa de crisis general frenó la expansión demográfica. La incorporación paulatina al dominio cristiano de todas las tierras peninsulares sometidas al Islám, no finalizó, lo que permitió la pervivencia del reino nazarita de Granada.
La expansión económica, militar y demográfica caracterizada en los siglos anterioes, quedó detenida por una crisis general, conflictos bélicos, luchas sociales como los remensas catalanes.
La natalidad alcanzada en el XIII retrocedió en el XIV, la población total se mantuvo, cayó primero pero se contrarrestó posteriormente.
Paralelo a la crisis se inició un cambio positivo, como la reconstrucción agraria del XV. La corona de Castilla pudo recuperarse rápidamente del bache mientras que la corona de Aragón tuvo un desplome con Cataluña y aunque Valencia fué favorable, no compensó la mala situación del reino.
La estructura económica del reino Castellano-Leonés en el XV giraba en torno a los intereses de la nobleza feudal, gracias a los trastámara y al mayorazgo se cosntituyeron ricos estados señoriales.
En la corona de Aragón, el comercio catalán en el Mediterráneo tuvo una gran pujanza. Los reinos hispanos ofrecían un tipo de organización político-social propia del feudalismo, con 3 órdenes: nobleza, clero y estado llano.
Existieron grandes diferencia entre los diferentes reinos en el XIV y XV. En Castilla el comercio lanar con Flandes y otros puntos de Europa fué muy próspero. En Aragón, el comercio catalán por el Mediterráneo fué pujante pero entró en declive. La revuelta de los payeses de remensa, el ocaso comercial, los problemas financieros y la gran crisis social en Barcelona influyeron de forma decisiva.
La incorporación de todas las tierras peninsulares sometidas al islám no pudo realizarse, por eso existió el reino nazarita de Granada que finalmente se incorpora en 1492. Gran parte de Andalucía se encuentra bajo dominio Nazarita con capital en Granada, entre la cordillera sub-bética y el Mediterráneo.
La vida des este reino estuvo caracterizada por continuas disputas internas. Desde principios del XV el reino se sumió en una profunda crisis de la que no salió. Entre 1417 y 1447 hubo 10 cambios en el emirato.



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